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Desenmascarando a los “santos”: violencia y vileza en la cuentística de Elvira Orphée

 

Jonathan Arias / Jorge Correa / Alisson Torres

 

La literatura es un espacio que además de utilizar la palabra con fines estéticos, puede ser capaz de expresar lo silenciado por los discursos hegemónicos. Así, nacen voces femeninas que desde las desigualdades vividas y la violencia recibida desafían la realidad por medio de sus narraciones. En este escenario, cargado indudablemente de “sermones” patriarcales destaca la figura de Elvira Orphée, argentina, feminista y defensora de los derechos de las mujeres. En sus escritos, plasma sus vivencias íntimas y cuestiona la manera en que la "mujer" está sometida a las construcciones de género impuestas por la sociedad.

Originaria de Tucumán y autora de varias obras notables, publica en 1973 su libro de cuentos Su demonio preferido, el cual contiene el relato “Ha muerto un santo”, que a través de una voz femenina narra los acontecimientos que preceden al asesinato del “santo”, que en realidad era el marido y padre, a la vez, de la protagonista. Por otro lado, “Descomedido” (1981), publicado en la revista Puro Cuento y en el libro La otra realidad, nos describe la intriga de una mujer al encontrar el cadáver de su suegro en el patio de su casa sin explicación aparente.

Ambos cuentos presentan una visión que desmitifica los discursos creados en torno a la imagen masculina idealizada, a partir de la construcción de una representación autoritaria. Para descubrir cómo se contradice la imagen masculina es necesario explorar el discurso construido por los personajes femeninos desde sus entornos privados y cómo este desafía y subvierte las expectativas de género tradicionales. Mediante un análisis detallado de las interacciones entre personajes masculinos y femeninos, se revelará cómo la imagen masculina se ve cuestionada y redefinida en los cuentos de la autora.

Es necesario recordar que la literatura emplea arquetipos que posicionan a los personajes masculinos en el ámbito público y a los femeninos en el ámbito privado (Belaarbi, 2022). Según Guevara (2008) “cuando hablamos de masculinidad y feminidad estamos nombrando configuraciones de prácticas de género donde confluyen múltiples discursos que se intersectan en la vida individual” (p. 77)  y que, por ende, afectan las representaciones y las vivencias femeninas plasmadas en los trasfondos literarios.

Antes de ir directamente a los cuentos de Orphée, debemos explorar la noción de masculinidad como una construcción social que abarca características, roles y comportamientos culturalmente asignados (Bonino, 2008). La idealización de la masculinidad, en muchas sociedades, vinculada a la fuerza, racionalidad y control, ha influido en la percepción y expectativas hacia los hombres. Es así que, resulta crucial entender los discursos presentes en estas narrativas para comprender cómo se cuestionan las concepciones de masculinidad arraigadas en los discursos patriarcales desde la perspectiva de las mujeres.

En primer lugar, en ambas narraciones se mitifican las figuras masculinas en espacios y lugares públicos, por lo que, es claro un “mito de género”. Que es una imagen que nos ayuda a comprender a los hombres y las mujeres desde sus particularidades específicas (Jolly, 2004) y desde los roles que les son asignados socialmente.

En "Ha muerto un santo" es innegable el profundo respeto que se le otorga al "santo" después de su fallecimiento: "los gritos de esa gente eran como por la muerte del padre absoluto" (Orphée, 2010, p. 165). La utilización del término "padre" resulta interesante, ya que sugiere una connotación similar a la figura paterna, asociada con virtud y protección. Aunque el texto no proporciona muchos detalles al respecto, al parecer, este individuo desempeñaba un papel político activo y su constante presencia en pancartas daba a la comunidad la sensación de tener a un "buen político" que gobernaba como un padre amoroso para su pueblo.

 

Continuando, en el relato "Descomedido" la voz narradora expone la percepción general sobre el difunto suegro: "su hijo mayor era bello, inteligente, heredero de sus cualidades de jefe (suegro), un trabajador ejemplar y el elegido del señor" (Mil cuentos - Audiocuentos, 2022, 4m45s). Así, se destaca la importancia de estas cualidades en la construcción de una masculinidad virtuosa, propia de un "hombre de hogar", en donde, los hijos con mayores posibilidades de heredar estas características serían los varones.

En segundo lugar, es esencial abordar la forma en que lo femenino desmantela el discurso "falso" acerca de la masculinidad mediante sus vivencias, asumiendo el papel de narrador en ambas narrativas. Simone de Beauvoir en El segundo sexo examina cómo los mitos de género influyen en la construcción de la identidad femenina y masculina y critica la tendencia de las mujeres a idealizar a los hombres como figuras protectoras y redentoras, señalando cómo estas expectativas contribuyen a la opresión del género femenino (Cruz & Zecchi, 2004). De hecho, es sobre este último punto que las mujeres de Orphée pretenden desarraigarse y decirle al mundo lo que se oculta detrás de esa "santidad".

En “Ha muerto un santo”, la protagonista comparte ese rechazo hacia el discurso creado a partir de la autoridad masculina, que en sí mismo representa una opresión arraigada. "Sus gritos hacían subir la temperatura de mi rabia, hasta que me vinieron como sacudones eléctricos. Yo era de aquellos para los que el tiranosanto había sido abominación, existencia nauseabunda, alma en estado de llanto" (Orphée, 2010, p. 165). La narrativa refleja la experiencia personal de la protagonista, quien, tras ser víctima y testigo de una relación de poder, manifestada en la violencia (Palacios, 2021), denuncia el peso del autoritarismo que no solamente afectaba a ella, sino también a otras personas en situaciones similares de opresión. Deteniéndonos en la palabra “tiranosanto”, notamos cómo desmantela la dualidad presentada por el político del cuento. Este personaje, a la par de ser considerado un "santo" y un padre acogedor para su pueblo, encarna también al tirano en espacios cerrados, donde la mirada de todos no puede penetrar.

Siguiendo con el análisis, en "Descomedido", el personaje femenino enfatiza la disparidad entre la imagen pública del suegro y sus acciones reales al expresar: “yo hasta sospechaba que se creía prócer de los libros de lectura aunque nunca protegió a un animal ni le enseñó a leer a nadie, ni hizo el servicio militar” (Mil cuentos - Audiocuentos, 2022, 3m25s). Se muestra una faceta totalmente opuesta a la imagen que el suegro proyectaba en la sociedad como un hombre decente y respetable. Esta afirmación destaca la falsedad del personaje, ya que, a pesar de proyectar una imagen de virtuosidad, sus acciones contradicen las expectativas asociadas a la masculinidad, como la benevolencia y la participación en el servicio militar. Esto contribuye a la desmitificación del personaje, revelando la desconexión entre la fachada de respetabilidad y su falta de integridad en la realidad, lo que subvierte las normas tradicionales de masculinidad en la sociedad.

En tercer lugar, podemos sostener que la desmitificación se lleva a cabo mediante la deconstrucción realizada por las mujeres, la cual es facilitada por el autoritarismo presente en los personajes masculinos, ya que su violencia desestabiliza la noción de "santidad" (Bria et al., 2019). En el cuento "Ha Muerto un Santo", la parte final refleja una inconformidad contenida ante el “santo” que por mucho tiempo y desde su autoridad había desatado su vileza contra su madre y muchas otras mujeres. Orphée (2010) finaliza este relato con la protagonista expresándose de la siguiente manera:

Yo no soy como esas mujeres donde él sembró su santidad, tantas y tan robadas a otros que muchas murieron sin conocer la filiación de sus engendros, sospechándola apenas. Mi madre entre ellas (p.167). 

La protagonista revela cómo este hombre cruza ciertos límites para satisfacer sus deseos sexuales, llegando incluso a forzar relaciones con mujeres que desconocen la verdadera paternidad del hijo concebido con él. De esta manera, se evidencia una violencia explota la feminidad, relegando sus cuerpos a simples objetos donde se puede encubrir el abuso. De esta manera, él ha usurpado su consentimiento, impidiéndoles cuestionar lo sucedido y arrebatándoles su emancipación personal en un entorno social marcado por el autoritarismo masculino.

Por su parte, en "Descomedido" es visible cómo el autoritarismo masculino ejerce una notable influencia en las acciones y decisiones de las mujeres desde el inicio del relato. "Cuando mi suegra le habla siempre pide su permiso, para algo lo consulta y le ruega que abra la boca para ponerle dentro la cuchara" (Mil cuentos - Audiocuentos, 2022, 2m24s). La esposa de este hombre revela un patrón en donde se espera que la mujer se ajuste a las expectativas sociales y morales establecidas por la masculinidad. Y para ello, es necesario renegar de la libertad, la opinión y el pensamiento propio, todo con el fin de seguir ciegamente a una autoridad que controla cada aspecto y que mutila la esencia femenina.

En otra parte del cuento, ante la curiosidad suscitada por la aparición del difunto en el patio, la nuera, manteniendo el sistema patriarcal que prohíbe a la mujer expresar opiniones, censura a la protagonista cuando intenta indagar sobre este hecho. "Su otra nuera, por ejemplo, con quien quise hablar de la extrañeza del caso y no me lo permitió imitando a su modelo, me cortó" (Mil cuentos - Audiocuentos, 2022, 1m13s). En esta ocasión, la narradora se ve reprimida, poniendo de manifiesto cómo la sumisión y admiración hacia el modelo masculino refuerzan la dinámica patriarcal, donde la voz y la autonomía de las mujeres son suprimidas.

Concluyendo, los cuentos de Orphée hacen evidente la voz de una narradora femenina, que más allá de compartirnos la perspectiva femenina sobre una realidad poco palpada por muchos, denuncia la figura “santa” de los protagonistas masculinos que aparentan una personalidad virtuosa, protectora y decente en público. "Ha muerto un santo" y "Descomedido" muestran la construcción de una narrativa literaria que desmantela estereotipos y desafía las nociones patriarcales imperantes. Asimismo, revelan una mirada aguda y crítica sobre la representación de la masculinidad y la opresión de las mujeres en la sociedad de aquel tiempo.

Referencias

Guevara, E. (2008). La masculinidad desde una perspectiva sociológica: Una dimensión del orden de género. Sociológica (México), 23(66), 71-92. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-01732008000100004&lng=es&tlng=es.

Orphée, E. (2010). Ha Muerto Un Santo. Gramma, 21(47), 164-167. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6069162

Pesoa, Q. [Mil cuentos - Audiocuentos]. (24 de enero de 2022). "Descomedido" de Elvira Orphée. [Archivo de Video]. https://youtu.be/ue1pEsuutQg

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