Callejuelas
Yeya Armijos
En aquellas callejuelas; puedo mirar el hambre y la sed, puedo caminar sin
Sentir. Ni el regocijo ni el dolor pueden adueñarse de mí, porque
Me desplazo entre la suciedad
Camino, con una tranquilidad imperfecta y desesperada, por callejones abismales,
mientras el frío ciega mis pesares.
Camino, por donde solo veo podredumbre y escucho a las ciegas moscas
que golpean desesperadas los cajones subterráneos, cuyos contenidos son
basura y carne deleznable.
Camino, y puedo observar miradas y sonrisas gélidas, cuerpos hambrientos
y desorientados.
Camino y frías gotas expulsan mis ojos, la tarde tímida se esconde y la oscuridad ha
engullido las estrellas.
Camino y de pronto la piel se me eriza, puedo saborear los dulces sonidos y
escuchar las palabras que gritan tan fuerte, ¡me desgarran! ¡las ciegas
moscas me desgarran! y en aquellas callejuelas queda el eco de los llantos.